En el año 2013, se instalaron 6 plantas de biogás y 17 cocinas ecológicas alimentadas con biogás. Los beneficiarios son familias que viven en comunidades semirrurales y disponen de una pequeña explotación agrícola y/o ganadera. A cambio de una cuota mensual, pueden utilizar una de estas cocinas y ahorrar en consumo de madera.
Las cocinas están ya extendidas por Centroamérica, pero no son asequibles para la mayor parte de la gente de San Marcos. Entretanto, la asociación APRODIM, contraparte del proyecto, ha recibido peticiones de otras familias igualmente interesadas en la instalación de una cocina ecológica. Las cocinas de biogás tienen diversos efectos: La cantidad de madera empleada para cocinar se reduce drásticamente, lo que también supone una ventaja económica para las familias. Una primera evaluación revela que una familia de cinco miembros gasta ahora unos 25 córdobas (0,80 euros) a la semana en leña. Con las cocinas tradicionales, se gastaban 20 córdobas al día.
Otra importante contribución a la protección climática radica en el hecho de que la materia orgánica procesada en las plantas de biogás (estiércol, basura orgánica, residuos agrícolas) ya no se pudre al aire libre. Así se reduce la emisión del gas metano, perjudicial para el clima, y se aprovecha como combustible.
La coordinación de la recogida de residuos orgánicos ha demostrado la administración municipal de San Marcos lo importante que es contar con un sistema de eliminación de residuos coordinado. La recogida de residuos orgánicos se realiza aparte de la de los residuos domésticos generales. La basura orgánica se recogen en el mercado de la ciudad, en instalaciones municipales y en restaurantes seleccionados, y se transporta en carros tirados por caballos hasta las plantas de biogás.