Namibia es uno de los países más áridos del planeta. Windhoek también tiene un clima muy seco, por lo que el suministro de agua limpia a la ciudad es una cuestión difícil y cualquier contaminación de las aguas superficiales constituye una amenaza. La contaminación de las aguas superficiales en los municipios de Windhoek a causa del vertido ilegal de aceites usados, pinturas, lubricantes y solventes por parte de mecánicos de vehículos de motor no profesionales es un problema para el ambiente y la salud de la población local. Sin embargo, los pequeños negocios informales de servicio de automóviles («mecánicos de patio») en Windhoek representan una valiosa e importante posibilidad de generar ingresos y crear empleo, especialmente para los trabajadores no cualificados de los townships. Los mecánicos conocen en parte el problema del vertido ilegal de materiales y están dispuestos a colaborar para solucionarlo.
Por esta razón, se inició el proyecto «Educación ambiental y mejora de la calidad de las aguas superficiales en los townships de Windhoek (Namibia)», en el que participaron intensamente los mecánicos de patio. A ello, le precedieron diversas actividades relacionadas con el tema, como visitas de delegaciones y un estudio cofinanciado por Bremen en la Universidad de Namibia sobre la operación y la regulación de los talleres informales de vehículos y los mecánicos de patio. A esto le siguió un primer taller con diez mecánicos de patio en Katutura en 2010, al que también asistieron delegaciones de las dos ciudades contrapartes. En la fase de preparación del proyecto, en diciembre de 2013, se realizó una evaluación de la situación actual, durante la cual se visitó el área del proyecto –el township Katutura–, así como diversos microtalleres y talleres mecánicos informales y formales, y se mantuvieron numerosas conversaciones con los actores implicados.
Los principales objetivos del proyecto fueron, por un lado, la mejora de la calidad de las aguas superficiales a través de la educación ambiental de los mecánicos, así como de toda la población, haciendo hincapié en los riesgos medioambientales y sanitarios que comportan los aceites usados. Por otro lado, había que construir una instalación piloto adaptada a las condiciones locales para retener el aceite derramado y recolectado. Para lograr estos objetivos, el proyecto se centró en tres aspectos: la sensibilización de los mecánicos sobre los problemas medioambientales y ampliación de su conciencia medioambiental, ampliación del sistema de retención de aceites usados y concienciación sobre el tema de la comprobación de la calidad del agua.